domingo, 14 de octubre de 2012

La buena leche I


No sólo se puede vivir de una forma sana sin leche de vaca, sino que es aconsejable. El  intestino en la edad adulta produce menos lactasa, imprescindible para metabolizar correctamente la leche. Además, la leche de vaca produce cantidad de alergias e intolerancias, en muchos casos sin que lo sepamos.

Yo padezco dermatitis atópica. En verano solía sufrir varios brotes, en ocasiones muy severos. Llevo unos meses sin consumir lácteos y los brotes han desaparecido, tengo la piel como nunca.

Os animo a que dejéis de consumir lácteos un tiempo. Seguro que notáis mejoría en algo que, a priori no imaginabais que pudiera estar relacionado con la ingesta de lácteos.

La industria láctea es muy poderosa y ha hecho que popularmente se asocie leche con calcio, cuando hay otros alimentos naturales que contienen más calcio que la leche.

Se han comercializado productos sin lactosa, pero no es sólo la lactosa lo que nos perjudica. La leche de vaca contiene ¡7 veces más proteínas que la humana! La leche de vaca está diseñada para cubrir las necesidades de los terneros, no para las de los humanos. No nos empeñemos en forzar a la naturaleza.

El país con mayor consumo de leche es EEUU, y tienen una tasa de osteoporosis muy elevada. Sin embargo hay otras culturas como la asiática donde no consumen leche y no por ello tienen problemas de salud.

Una dieta rica en productos naturales que contengan calcio, junto con la vitamina D proveniente del sol para fijar el calcio es suficiente para asegurarnos el calcio que necesitamos.
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viernes, 31 de agosto de 2012

María Montessori

María Montessori revolucionó la educación con su propio método. Gran parte del material que se utiliza hoy en casa y en el colegio para estimular a los niños fue creado por ella.

Entre otros puntos, Montessori decía que la educación se basa en un triángulo:

Ambiente
Amor
Niño-Ambiente

El amor se refiere al respeto, la libertad con responsabilidad, con límites y estructura. Valorarlo, fe, confianza, paciencia. Conocer sus necesidades. Empatía.

Se debe respetar el derecho del niño a protestar y opinar: ello conlleva las capacidades de observación, análisis y síntesis. Necesitamos facilitarles los medios para desarrollarlas.

Utilizó en el hospital los materiales de Edouard Séguin, y basándose en éstos elaboró sus propios materiales.

Llegó a la conclusión de que el niño normal está subdesarrollado.

Método Montessori

Este método educativo se caracteriza por poner énfasis en la actividad dirigida por el niño y observación clínica por parte del profesor. Esta observación tiene la intención de adaptar el entorno de aprendizaje del niño a su nivel de desarrollo. El propósito básico de este método es liberar el potencial de cada niño para que se autodesarrolle en un ambiente estructurado. El método nació de la idea de ayudar al niño a obtener un desarrollo integral, para lograr un máximo grado en sus capacidades intelectuales, físicas y espirituales, trabajando sobre bases científicas en relación con el desarrollo físico y psíquico del niño. María Montessori basó su método en el trabajo del niño y en la colaboración adulto - niño. Así, la escuela no es un lugar donde el maestro transmite conocimientos, sino un lugar donde la inteligencia y la parte psíquica del niño se desarrollará a través de un trabajo libre con material didáctico especializado.

Principios básicos del método.

La mente absorbente de los niños: La mente de los niños posee una capacidad maravillosa y única, tiene la capacidad de adquirir conocimientos absorbiendo. Lo aprenden todo inconscientemente, pasando poco a poco del inconsciente a la conciencia. Se les compara con una esponja, con la diferencia que la esponja tiene una capacidad de absorción limitada, mientras que la mente del niño es infinita.

Los períodos sensibles: Se refiere a los períodos en los cuales los niños pueden adquirir una habilidad con mucha facilidad. Se trata de sensibilidades que permiten a los niños ponerse en relación con el mundo externo de un modo excepcional, estos momentos son pasajeros y se limitan a la adquisición de un determinado conocimiento.

El ambiente preparado: Se refiere a un ambiente que se ha organizado cuidadosamente para el niño, diseñado para fomentar un mejor aprendizaje y crecimiento. En él se desarrollan los aspectos sociales, emocionales e intelectuales y responden a la necesidades de orden y seguridad. El diseño de estos ambientes se basa en los principios de belleza y orden. Son espacios luminosos y cálidos, que incluyen lenguaje, plantas, arte, música y libros. Un ejemplo de esto son los escenarios.

El Rol del Adulto: El rol del adulto en la Filosofía Montessori es guiar al niño, darle a conocer un ambiente bueno y cómodo. Ser un observador, estar en continuo aprendizaje y desarrollo personal. El verdadero educador está al servicio del niño educando y debe de cultivar en él la humildad, la responsabilidad y el amor.

Vía Wikipedia


Más información:

http://www.metodomontessori.es

jueves, 8 de marzo de 2012

Mamás trabajadoras: necesitamos un cambio

Después de tanto tiempo sin escribir, tenía claro que mi siguiente entrada sería sobre mi hijo, pero creo que una reflexión sobre las mamás y sus bebés, y su relación con el trabajo merecía escribir sobre el tema coincidiendo con el día de la mujer. Así que, pospondré la escritura sobre mi hijo, la ocasión lo merece.

Vivimos en un modelo de sociedad creada por y para hombres que no está funcionando (violencia, guerras, tener hijos más tarde…). Las mujeres nos hemos incorporado a ese modelo productivo masculino, en el que hay que elegir entre ser madre o ser profesional. Quizá deberíamos replantearnos un cambio hacia un modelo de sociedad en el que no se juzgue a una madre que decide criar a sus hijo, y en la  que se entienda que está haciendo una labor importantísima.

Creo que deberíamos mirar hacia atrás y considerar seriamente los cambios que han hecho que nos separemos de nuestros hijos. Y no me refiero a la incorporación de la mujer al trabajo, porque la mujer siempre ha trabajado con sus hijos a cuestas, si no de qué manera lo hemos hecho en estas últimas décadas (imitando los patrones masculinos y, por ende, separándonos de nuestros hijos).

La crianza de los bebés humanos nunca ha pasado por separarlos de sus madres hasta que la mujer decide (o se ve obligada) a incorporarse a un mundo laboral creado por hombres y para hombres, en el que, lógicamente, el permanecer junto a los bebés no se contempla.

No se trata de machismo, si no de criar bebés para que sean en el futuro hombres y mujeres equilibrados.

Creo que el verdadero feminismo es el que apoya a la mamá que quiera amamantar hasta que mamá y bebé quieran, el que defiende que una mamá pueda trabajar con su hijo, que luche por que se faciliten herramientas y medidas sociales para fomentar los trabajos desde casa. En el caso de España, las feministas deberían luchar por la ampliación del permiso de maternidad. Con el actual permiso de 16 semanas no se garantiza, por ejemplo, la continuidad de la lactancia materna, además de ser un tiempo insuficiente tanto para la mamá como para el bebé.

Con respecto a la conciliación, las mamás deben dejar a sus hijos al cuidado de otras personas e intentar una conciliación trabajo-familia-persona agotadora y casi nunca satisfactoria. En otras culturas no es nada extraño ver a los niños con sus madres en puestos como empleada de banca (ya sé que choca, ya. De eso se trata de que en un futuro no choque tanto).

Hay mujeres que entienden que su carrera profesional es lo más importante (siguiendo un patrón masculino), que es lo que hace que se sientan “realizadas”, que deben ganar igual o más que sus parejas masculinas, que a los bebés “la guardería les viene muy bien”. Bueno, yo no soy quien para juzgarlas, aunque no comparto esa filosofía de vida. Lo que defiendo es que cada mujer decida sin que sea juzgada y sin menospreciarla por decidir que su maternidad es lo más importante.

Una mujer, empresaria y madre me dijo en una ocasión que no permitía que una empleada suya que tenía un bebé trabajara unas horas desde casa porque “no queda bien oír a un bebé de fondo” cuando tuviera que atender el teléfono.

Ese es el problema: realmente, en nuestra sociedad “no queda bien”, cuando lo más natural sería poder atender el teléfono y decir: “disculpa si oyes a mi bebé, trabajo unas horas desde casa para poder atenderle”

Seguramente, se comentaría: “¿y no tiene con quien dejarle?”. Pero si pusiéramos  conciencia en lo importante que es el apego para la estabilidad emocional y psicológica de los bebés (nuestros futuros dirigentes, médicos, maestros…) diríamos: "¡Qué bien que puede atender a su hijo como ella quiere!".

Hablo de las madres y no de los padres, porque el puerperio no dura 40 días como se suele decir, si no hasta dos años, porque un bebé hasta los 8 meses no es consciente de que es un ser independiente de su madre, porque la lactancia materna se debería prolongar lo más posible. Antropológicamente y biológicamente, la edad normal del destete en el ser humano es entre los dos años y medio y los siete (la OMS recomienda lactancia en exclusiva hasta los seis meses y complementada hasta los dos años o más); pero a partir de cierta edad, también reivindico lo mismo para los padres que quieran quedarse al cuidado de sus hijos. Como en Finlandia, por ejemplo, donde en muchas familias, las madres se quedan uno o dos años con sus hijos, y después, y hasta los tres años, como el estado facilita ayudas hasta esa edad, son muchos los padres que deciden quedarse en casa.

Y no me olvido de otros modelos de familia (monoparentales, homoparentales) en los que no hay una mamá y un papá. Los bebés necesitan apego, contacto físico y cariño de su familia, sea esta del tipo que sea.

Es necesaria una revolución ¡YA!